Santiago. Barrionuevo 43

Barrionuevo 43 es una antigua casa de vecinos que según el archivo histórico data de 1700. Cuando la familia López de Llano compró la casa, en 1995, estaba en un estado muy precario. José Antonio López Marín, el padre, cuenta que empezaron a participar en el concurso municipal  desde ese año compitiendo en la modalidad de arquitectura antigua, y casi al mismo tiempo empezaron a remodelarla. Cuenta que estuvieron participando  14 años, en esta ocasión en arquitectura moderna, y después dejaron de concursar, ya que el inmueble se convirtió en apartamentos turísticos. Tras nueve años, en 2019 volvieron al concurso cuando Barrionuevo, 43 estaba ya compuesto de apartamentos de larga estancia –cinco- donde también viven sus hijos, José Antonio, Daniel y Virginia, además de los dos que tiene en alquiler. Quien cuida el patio es el propio José Antonio López Marín, su mujer, Virginia de Llano, y uno de sus hijos, José Antonio. José Antonio padre defiende que dejaron de participar porque lo que querían era mantener la intimidad de sus clientes.

Cuando concursaban en la modalidad de arquitectura antigua, el patio era todo piedras, terrazo, uralita, el recinto era mucho más estrecho, había unas cocinas comunes, unas pilas y unos aseos también comunes. Al rehabilitarlo se le dotó de solería, se colocó también el zócalo y se plantaron muchas plantas. Los azulejos de la entrada los cambiaron por nuevos a través de una fábrica sevillana que se los hicieron idénticos a los que tenía la casa, además pusieron el suelo de chino cordobés típico. José Antonio detalla que el primer patio era de terrazo y que lo cambiaron por la solería que hay, además de ponerle zócalo. Lo que se salvó de la remodelación fue el arco y un azulejo de San Rafael, que es bastante antiguo. El segundo patio antes era de bajada y ahora es de subida y era todo de piedra. Tenía las pilas, las cocinas y los aseos comunes para las personas que allí vivían de  alquiler. También estaba el pozo, enterrado, y la familia lo descubrió-. Uno de los patios está presidido por una estatua de grandes dimensiones que le gustó a la familia y que representa la abundancia. Lleva en uno de los patios alrededor de una veintena de años.

Ornamentalmente, los López de Llano prefieren que las flores estén bien cuidadas, limpias y que haya mucha variedad. Siempre predominan los geranios, las gitanillas, calanchoes, la enredadera…Al hacer la obra aprovecharon para construir arriates donde colocarlas y en ellos  tienen plantas bastantes grandes, como la hiedra, una diamela que echa muchísimas flores, el jazmín azul, la dama de noche, dos naranjos, un limonero, la buganvilla, que es la que preside el patio, esparragueras, sombrereras….de todo tipo de planta. Muchas plantas que se crían durante todo el año en el patio. A la familia lo que más le gusta es tenerlo limpio, bien pintado y bien decorado. Los adornos que se pueden ver en el recinto son cosa de Virginia, mientras que José Antonio se encarga más del cuidado, de la conservación del patio.

Arquitectónicamente, en Barrionuevo 43 destaca el arco, el San Rafael, que se salvó de la piqueta, el pozo moruno y la típica casa de vecinos. Desde el zaguán de esta casa se accede a dos patios separados por un arco de medio punto de ladrillo, en el lado lado derecho se encuentra la edificación, propiamente dicha, mientras que el izquierdo es un alto muro medianero con la casa contigua. En el segundo patio, al fondo, presenta un pozo con un brocal del siglo XII junto a unas escaleras que van a la viviendas de la primera planta y la azotea. Ambos patios están adornados con bellas flores y macetas.

José Antonio lamenta que de premios en el concurso municipal no les han tratado nada bien nunca. Cuenta que cuando el patio no estaba ni arreglado siquiera y participaban en la modalidad antigua sí que les dieron accésits, y defiende que debido a una mejora que hizo en el patio les colocaron una etiqueta que les perjudica y que con esa etiqueta siguen todavía.

José Antonio cuenta que debido a que vio la cantidad de trabajo que tenían las macetas metió el riego por goteo, fue el primer patio en Córdoba que puso el riego por goteo. Orgulloso y Satisfecho de lo que había hecho, ya que para él era una mejora en menos gasto de agua, en menos ensuciar las paredes y que así la aliviaba el trabajo a las personas mayores que cuidaban los patios, como puede ser en la zona de San Basilio, se lo dijo al jurado y el concejal de turno empezó a decir que eso no era típico de los patios. Para más INRI, según cuenta, en los años siguientes comprobó que a patios que habían puesto el riego por goteo, incluso viéndose los macarrones, le dieron premios. Después de ese episodio, el riego lo he quitado, ya está jubilado, tiene más tiempo y prefiere regarlas al estilo tradicional con la lata y mi manguera en los arriates. José Antonio defiende que si quieres que cuando llegue el concurso las plantas estén bonitas, estén bien y que se note que están criadas, pues tienes que dedicarle un tiempo todos los días.