San Lorenzo. Pozanco 6

Arquitectura moderna. Dimensión pequeña. Cuidadoras: Mercedes Romero y Ana Sánchez. Participó en 2022 en el concurso por 14 vez desde 2008. Máximo premio: Patio singular en 2014

A viernes, 20 de enero del 2023, por A. P.

Mercedes Romero pierde la mirada en su patio -el del número 6 de la calle Pozanco- y, como si de coloristas diapositivas llenas de vida se tratara, se suceden en su mente nostálgicas estampas de juegos y celebraciones familiares protagonizadas por sus dos hijas, Mercedes y María José; en especial por la segunda de ellas, que se fue para siempre en agosto de 2013 sin ni tan siquiera haber cumplido la veintena, víctima de un trágico accidente de tráfico. “En el patio, con mis flores, encuentro la paz que necesito. La de cumpleaños, santos, navidades y reyes que hemos celebrado en él desde que mi pequeña tenía tres años y medio y mi mayor tenía cinco y medio”, detalla con ese amor de madre necesitado de ella.

Pozanco 6 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

En esas estampas que se suceden en su mente también aparecen los juegos de David y Ana Belén, los dos hijos de su hermano Mateo y de su cuñada Ana. Las dos familias –la de José Manuel Carracedo y Mercedes Romero y la de Mateo Romero y Ana Sánchez- habitan en la actualidad la casa después de que antes de 1997 la sometieran a una reforma integral, aunque Mercedes ha estado toda su vida ligada a una vivienda “que fue en principio de los padres de mi madre, Alejandro Cano y Amparo Pérez; y donde posteriormente también vivieron mis padres, Juan y Mercedes”, detalla. “Yo llegué a la familia a los 14, cuando conocí a su hermano”, añade Ana.

Ese retorno al pasado se colorea de sepia mientras explica que en la casa vivieron conjuntamente unos ocho vecinos. “En esos recuerdos veo ya al jazmín y al limonero, y había pozo, y suelo de chino y cemento; y si de algo me arrepiento es de no haber conservado aquellos arcos de medio punto y aquellas columnas que había antes de tirar el edificio para rehacerlo, y de no haber rehabilitado aquellas habitaciones en las que nos repartíamos las familias”, relata antes de regresar de nuevo a emotivas vivencias aún más añejas para detallar lo peculiares que eran aquellas ya remotas navidades “en las que nos reuníamos los vecinos en torno a una candela”.

Pozanco 6 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

Ahora, las veces de pozo, de ficción en este caso, las hace sobre suelo de loza una fuente en la que dos figuras parece que están sacando agua para dar de beber a las numerosas macetas que pueblan un recinto en el que la singularidad, y a la vez la gran virtud, es que es fruto de la conjunción de dos maneras de entender su decoración, las de las cuñadas Mercedes y Ana. “En realidad es como si se tratara de dos patios en uno, ya que Ana coloca en su parte las plantas que quiere y las distribuye cómo quiere y yo hago lo mismo en mi parte”, explica Mercedes. “A mí me gusta, sobre todo, llenar mi zona de patio de gitanillas y geranios y, últimamente, también estoy introduciendo geranios chinos”, relata Ana. “Y a mí me gusta mucho la variedad; vestir la mía además con plantas que tengan flor como ciclámenes, orquídeas, pensamientos, calas, azoleas, petunias, begonias u hortensias”, asevera Mercedes, mientras no olvida el punto tropical que al recinto le da esa planta del paraíso traída de Canarias con denominación de origen tinerfeña.

“Es que yo creo que el mayor tesoro de este patio es esa conjunción de estilos que se diferencia incluso en la manera de distribuir las macetas”, apunta Ana, mientras Mercedes comenta que un año tiñó las suyas anárquicamente “de muchos colorines” como si las hubiera manchado el mismísimo arco iris, para estar a la altura de los no menos singulares mantones de manila que cuelgan en los balcones y de los platos de cerámica que acompañan también en la pared para enriquecer esa decoración. “Otros años me ha dado por pintar mis macetas de rosa, azul, marrón…”, resalta una mujer que mima a sus plantas como mima a los enfermos a los que atiende en su trabajo de auxiliar de enfermería en la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

Pozanco 6 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

De ese cuidado pueden dar fe amigas, compañeras de trabajo y del gimnasio a las que Mercedes invita a su casa para compartir días de patio en un recinto que su cuñada y ella han presentado a concurso desde 2007. “Recuerdo cuando mi María José me ayudaba tanto a prepararlo para ese certamen municipal de patios”, suspira mientras mira de reojo una foto que muestra a su hija vestida de gitana. “Ahora quiero seguir poniéndolo por ella, que estará en el Cielo viendo como le rindo así homenaje”, concluye.