San Lorenzo. Frailes 6

Arquitectura antigua. Dimensión pequeña. Cuidadores: Virginia Molina Moreno y familia. Participó en el concurso en 2022 por 10º vez desde 2009. Máximos premios: Accésit en 2010

Mucho tiene que ver la estética vanguardista del patio de Frailes 6 con el viaje que hizo su dueña, Virginia Molina, a Santorini (Grecia)  -donde quedó prendada de las casas pintadas de azul y blanco- y con la localidad marroquí de Chauoén. En Santorini soñó que tenía que vivir en una casa de ladrillo viejo y pintada de azul. Virginia acabó haciéndolo realidad, porque si por algo se distingue el patio de Frailes, 6 es por ese color que tiene mucho de blues. Ella cuenta que también lo tiene pintado de azul “por la herencia andalusí”, un azul que en forma de añil también tiñe las macetas.

El patio de Frailes, 6 pertenece a una casa que atesora 400 años de antigüedad en la que llegaron a vivir cinco familias y que cuando Virginia y su marido, Pedro Urbano, la compraron, en 2005, estaba en ruinas. Cuando la adquirieron, Virginia y Pedro se convirtieron en los albañiles que se propusieron poner a punto su hogar. Virginia recuerda que estaba toda la casa llena de azulejos blancos y que el pozo, que es del siglo “XV ó XVI”, y que les dicen que es mudéjar, y la columna romana, que es otra de las características del recinto, estaban pintadas con pintura plástica marrón. Les tocó, rehabilitarlas. Luego, tras la restauración, la cocina ardió, de ahí que Virginia acabó llamándolo el patio del Vesubio. La familia se puso como reto recuperar la casa como era antiguamente, como le recomendó a Virginia su padre, y lo consiguió.

Frailes 6 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

“Tengo ya más de 400 años. He visto pasar generaciones enteras y he sido reformada multitud de veces por personas de distintas épocas; cada una de ellas ha ido dejando una pequeña huella de su paso en mí. Los árabes me dejaron un pozo, los romanos unas columnas con las que me sostengo y un gran número de objetos que se encontraban enterrados en mis paredes”. Selene, la hija de Virginia y Pedro, presenta así el patio en un cuadro que cuelga de una de sus paredes. En el patio también hay colgado un poema que escribió el abuelo de Virginia, Rafael Molina, a los Patios. Un poema que data de 1939, que es el primer poema escrito a los Patios y que ayudó a la familia a vivir, ya que los nueve hijos de Rafael lo vendían impreso en un librito llamado ‘A tí Córdoba’ por distintos lugares de Córdoba para sacar algunas pesetas de la época.

Tras la reforma de la casa, por un gran zaguán de paredes de ladrillo antiguo y piedra, se accede a un patio donde los elementos más característicos son un brocal de pozo árabe y una columna, además destaca una fuente de piedra en una de sus esquinas, y en otra, un banco también de piedra. Destaca también otra zona del patio en la que se conserva el muro original de mampostería de piedra y ladrillo sobre el que descansa un techo con artesonado de madera, mientras el suelo está pavimentado con losas de barro. No obstante, uno de los elementos característicos de Frailes, 6 es su singular y única escalera encalada, zona escogida por los visitantes para hacerse fotos. En sus escalones, cada año Selene, de la que su madre dice que parece una modelo de Julio Romero de Torres, escribía un poema. Al final, Virginia ha mantenido uno en caligrafía árabe que reza “Bajo mis pies, entre mis manos, desgarro el mundo”. Anteriormente a ese había otro que rezaba “Sé que algún día tu mirada se convertirá en silencio y la mía en mil millones de versos”. Y es que Frailes, 6 es un patio de creadores y artistas, porque a Selene, poeta, se suma artísticamente el otro hijo de Virginia, Víctor, que es músico, un músico que ya tocaba la batería con cuatro años.

Frailes 6 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

La barandilla de la escalera es de materiales reutilizados, curiosamente son de unas rejas de la antigua vivienda. Con las tejas hicieron los focos que iluminan el patio de noche y donde ahora está la fuente hubo un pequeño aseo.

En el patio, esas macetas de barro pintadas de azul añil contienen sobre todo geranios y gitanillas, pero también claveles, surfinias, begonias, bacopas, calateas, ficus, palmeras, cintas, helechos gardenias, camelias, buganvillas…en un recinto en el que destaca un limonero, la pluma de Santa Teresa y las margaritas.  Un recinto en el que se suelen celebrar actividades culturales a lo largo del año.