El primer (y último) patio cordobés de plástico

Sin que sirva de precedente, ojo. Pero resulta que el patio que está siendo más visitado en este Concurso Municipal 2025 ni compite (ya que es uno de los once recintos institucionales, que no optan a premio) ni tiene flores naturales, pues emplea plantas de plástico, algo que de estar en liza en el concurso supone la eliminación inmediata del patio con tan solo lucir una flor artificial. Y para colmo, está justo en el inmueble que aloja a los organizadores del certamen: La sede de la Delegación Municipal de Fiestas y Tradiciones. Hablamos del renacentista Palacio de Orive, una joya histórica en sí misma, y del increíble montaje que ha creado la marca Lego como promoción propia y como tributo a la Fiesta de los Patios, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2012 por la Unesco.

Nada menos que 120.000 piezas de este juego se han empleado para reproducir un patio cordobés en todo su esplendor, sin que falte un detalle (quizás alguna tortuga o un canario, por poner alguna pega) con rosas, orquídeas, camelias, violetas, girasoles, margaritas, hortensias… Hasta 50 especies botánicas diferentes gracias a la habilidad de 25 artistas de dos comunidades de Adults Fans of Lego (AFOL), una de Madrid y otra de Chequia, que montaron las plantas, se empaquetaron y fueron mandadas a Córdoba para su instalación. De hecho, el fin de semana del montaje ya era todo un espectáculo y aún más mágico el patio de acceso al Palacio de Orive, al convertirse en todo un ir y venir montadores y de público sorprendido.

Otros plásticos no tan agradables

Curiosamente, el sorprendente patio junto a su simpático y artístico tributo de Lego ha coincidido en el tiempo con una protesta de los colectivos del Consejo de Distrito Centro para que se actúe contra diversos establecimientos comerciales de la hostelería y de alojamientos que adornan sus fachadas en pleno Casco Histórico con flores de plástico y tela, algo que consideran un “adefesio” permitido por el Ayuntamiento, que no está a la altura de los valores protegidos por la Unesco en el Casco Histórico y que son un engaño en sí mismo al turista y al espíritu de Córdoba.

Por supuesto, del montaje puntual de Lego y su esfuerzo artístico nada ha dicho el Consejo de Distrito porque no tiene que ver en absoluto con esas otras macetas y flores de plástico usadas como reclamo turístico, salvo que ambas carecen de olor. Aunque en el segundo de los casos, el asunto le ‘huela’ mal a los que protestan.