Alcázar Viejo. Duartas 2

Arquitectura moderna. Dimensión mediana. Cuidadora: Isabel Luque Moya. Participó en 2022 en el concurso municipal por décima vez desde 2011. Mejor puesto: 3º en 2022

A martes, 17 de enero del 2023, por A. P.

Para llegar a Duartas 2 basta con cruzar Puerta Sevilla y avanzar un puñado de metros hasta alcanzar una calle que pertenece a una de las zonas con más solera de patios de Córdoba y en los que muchos de los recintos que allí se ubican se mantienen abiertos durante casi todo el año. El patio de Duartas 2 se presenta como la representación de una unión singular entre la nueva construcción y la tradicional casa de vecinos, caracterizada por una galería, una escalera frontal, fuentes y arriates repletos de árboles frutales. Su superficie rectangular invadida por más de 400 macetas lo convierte en uno de los patios con mayor variedad floral, una variedad que va desde las gitanillas más antiguas hasta las más exóticas variedades de plantas aromáticas, todas ella unidas en un hermoso rincón andalusí.

El patio de Duartas 2 pertenece a una vivienda que era antiguamente una casa de vecinos y que en la década de los 90 pasó a ser una casa unifamiliar. El zaguán presenta diversos elementos decorativos, como obras de Julio Romero de Torres, imágenes de San Rafael,… Además, dicho zaguán desde el año 2016 dispone, como mejora, en el suelo el típico enchinado cordobés y comunica directamente con el patio mediante un gran arco de medio punto.

Para la familia –los Álvarez Luque-, el patio es una habitación más de la casa. “Hemos nacido y nos hemos criado en una casa-patio. Estamos mucho tiempo en el patio y tenemos otra clase de vida. Es como si estuvieras en el campo pero en la ciudad. Luego está la convivencia. Si llegan amigos o la familia, si se tiene que hacer algo, se hace en el patio”, comenta Isabel Luque.

Patio de Duartas 2 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

Además, el número 2 de la calle Duartas es todo un ejemplo de que nadie abandona para siempre este mundo, de que la memoria de los que se van sigue muy viva y muy presente entre los suyos, como la de Luis Álvarez, hijo de Isabel. Luis, hermano de Ignacio, quien regenta el patio de San Basilio 14, era la alegría de Duartas 2, un patio donde reposan las cenizas de Luisa, madre de Isabel y abuela de Luis e Ignacio -o Nacho, como se le conoce-. Luisa quería de alguna manera compartir las frecuentes reuniones familiares que se desarrollaban en Duartas 2, y que eran herederas de las que antes tuvieron lugar en el patio del número 24 de la cercana calle Postrera, domicilio que la madre de Isabel compartía con su marido, Baldomero Luque Moreno ‘El Meri’. Para la familia de Luisa y Baldomero, era cita obligada ir a desayunar sábados y domingos a Postrera 24 y después permanecer horas y horas en la casa de los abuelos para regar la convivencia familiar con cerveza o lo que terciase. Cuando la  madre de Isabel se puso enferma, trasladaron esos encuentros a su casa, en la que además han celebrado los bautizos y cumpleaños de sus dos hijos.

Cuenta la familia que en esos constantes encuentros en los que se daban cita los hijos naturales de los Luque Moya –Isabel, Cheli y José Luis-, hijos políticos y nietos, también estaba presente el también ausente Meri, en forma de motivos relacionados con el vino, del que era un sibarita.

Las cenizas de Luisa reposan sobre un pozo ciego entre dos arriates y junto a un limonero y están constantemente acompañadas de las flores que siempre le han gustado. Cuenta Isabel que a su madre le gustaban mucho las alegrías, los pensamientos…y, que al contrario que a su padre, no le agradaban nada los coleos. De ese patio de aquella casa de labranza –Postrera 24- en la que el Meri tenía además su ebanistería, Duartas 2 ha heredado esas plantas, además de helechos finos, una costilla de Adán, una oreja de elefante, una gran buganvilla, un pacífico, pilistras que acumulan muchos años y un gran geranio al que el paso del tiempo ha hecho muy basto y duro, tal y como detalla Ignacio. Isabel sigue la tradición de su  madre, la de los patios clásicos, y, como ella, combina con cuidado la vegetación de sol y la de sombra y no sólo coloca geranios y gitanillas; a ella le gustan mucho las begonias, los miramelindos y la alegría de la casa, además de la enredadera pasionaria, los claveles y dos tipos de naranjo (andaluz y chino) que también crecen gracias a su cuidado. En esas tareas de mantenimiento le han ayudado a lo largo de los años, sobre todo, su hermano José Luis y sus hijos, Ignacio y Luis.

Detalle de Duartas 2 / Foto: CHENCHO MARTÍNEZ

Esas labores se redoblan a la hora de tener listo para el concurso municipal un inmueble, al que se accede por un zaguán que, al cruzarlo, te fascina, porque no sabes lo que te vas a encontrar. Han visto a muchos sorprenderse al atravesarlo. En ese certamen, el patio ha cosechado, entre otros galardones, un cuarto premio en 2019; un sexto en 2017; un octavo en 2016; y un accésit, en 2013. Los Álvarez Luque viven desde 1979 en Duartas 2, antigua casa de vecinos que compraron ya rehabilitada, pero que, no obstante, han continuado reformando. El patio, por ejemplo, era central y lo han convertido en lateral. En él se nota, al igual que en toda la casa, la mano de herrero de Ignacio Álvarez, marido de Isabel. Una artesanal barbacoa, la puerta de entrada, barandillas y las columnas y vigas que sostienen la parte superior del recinto son buena prueba de ese buen trabajo con el hierro del marido y padre. Columnas y vigas que, como las macetas, están pintadas de un color parecido al negro pero que en realidad es verde carruaje; color omeya. Porque, como el traje ceremonial omeya, el patio tiene el blanco como fondo, salpicado de este tipo de verde y de un dorado que no se ve con tanta flor. De esta forma, los Álvarez Luque mantienen su pequeño jardín de Duartas 2 vestido con sus mejores galas como homenaje permanente a los padres de Isabel, de los que se acuerdan mucho al igual que de su hijo Luis, en lo que es un ejemplo claro de que nadie abandona para siempre este mundo, de que la memoria de los que se van sigue muy viva y muy presente entre los suyos.