Flores del pensamiento Flor del pensamiento

Las flores de noviembre en Córdoba: los pensamientos

Esta planta, híbrida ornamental, cultivada por sus vistosas flotes, nació en el siglo XIX y pertenece al género de las violetas

A martes, 21 de noviembre del 2023, por A. P.

Noviembre suele ser sinónimo de frío y de bajas temperaturas, aunque este noviembre de 2023 se resiste a ello, una estación que parece completamente opuesta a las plantas de exterior. Sin embargo, los amantes de la jardinería y propietarios y cuidadores también de los Patios de Córdoba saben que hay algunas especies de exterior perfectas en estas fechas para dar colorido y vitalidad a los jardines, terrazas, balcones y, como no, a los propios patios. Se trata de plantas resistentes a las inclemencias atmosféricas y que permiten ver los exteriores del hogar repletos de flores y color como si de la más espléndidas de las primaveras se tratase.

Una de esas especies son los pensamientos, de la que, no obstante, se puede disfrutar todo el año. Los pensamientos son plantas híbridas ornamentales, cultivadas por sus vistosas flores, obtenidas de la especie silvestre Viola tricolor; aunque a veces se la llama Viola tricolor hortensis, en rigor el nombre científico correcto para los híbridos es Viola × wittrockiana. Pertenecen al género de las violetas, dentro de la familia de las violáceas.

HISTORIA

Durante el siglo XIX jardineros aficionados de toda Europa del norte cruzaron una y otra vez el pensamiento silvestre (V. tricolor) con otra especie nativa de violetas (V. lutea) y, en ocasiones, con una del Oriente Próximo (V. altaica), para producir un patrón de flores más atractivas. Como resultado de estos cruces intensivos durante las décadas de 1820-30, las nuevas variedades se hicieron muy populares. Hacia 1835, existían ya 400 y para 1841 el pensamiento se había convertido en la planta favorita. Durante el auge de la construcción de invernaderos en la época victoriana (debido en gran parte a la disponibilidad y el bajo coste del acero), surgieron las atractivas flores, tan familiares ya para aquellos jardineros modernos.

Estas plantas comienzan a florecer en primavera en el norte de Europa y el norte de Estados Unidos, en climas cálidos lo hacen hasta en invierno. A menudo se cultivan junto al aliso, ya que producen una agradable combinación de colores al surgir sus flores a la par. También por su colorido y gran resistencia, es colocada a la entrada de muchas ciudades y pueblos en glorietas y pequeñas raquetas. Resulta perfecta si de lo que trata es de adornar jardineras en los balcones, combinándose por ejemplo con petunias y con begonias.

FLOR DEL PENSAMIENTO

CUIDADOS

Los pensamientos requieren de suelos ricos en nutrientes para su buen crecimiento. Siempre debe darles el sol y necesitan de iluminación natural. Hay que procurar que la tierra en la que crecen esté siempre húmeda pero también prestar atención para que los suelos no se encharquen. La mejor época para plantarlos es el otoño utilizando tierra nueva cuyos nutrientes los alimentarán durante unos dos meses. Pasado ese tiempo, se puede añadir abono para plantas de flor siguiendo siempre las indicaciones del fabricante.

Esta flor es muy propensa a ser atacada por los pulgones. Para evitar este ataque, se les puede rociar con insecticida casero. Otro ataque a la flor es un hongo llamado oídio que hará que la planta adquiera un color blanquecino. Si son colonizadas por este hongo, no merece la pena gastar dinero y esfuerzos en adquirir fungicida, ya que es más barato comprar plantas nuevas. Otro peligro es el de agallas de las hojas, estas agallas son producidas por las larvas de mosquitos de las violetas (Dasyneura affinis) que puede tener cinco generaciones. En el interior de cada agalla se pueden encontrar hasta 25 o 30 larvas rosadas. Las de la última generación pasan el invierno dentro de la agalla protegida por un capullo. Para luchar contra esto se deben quitar y quemar las hojas deformadas.

PODA

La flor del pensamiento tiende a perder gran parte de su vitalidad cuando llegan los meses de calor tras su florecimiento, siendo habitual que la planta muera si no se hace nada. Para evitar esto, y conseguir que nuestra flor pensamiento viva como una planta perenne en lugar de como una bianual, será necesario realizar una poda agresiva en cuanto las temperaturas suban, dejando solo el tallo.