Una de las sorprendentes visiones de la obra de Emma Weaver, ganadora del premio del Público de Flora 2022

‘Caleidoscopio’, de Emma Weaver, premio del público de Flora 2022

A lunes, 7 de noviembre del 2022, por JUAN M. NIZA

La obra que la participante británica Emma Weaver mostró en el Patio del Reloj de la Diputación de Córdoba ha sido la ganadora de la votación popular de Flora 2022, el ya consolidado y prestigioso certamen de arte floral contemporáneo que se ha desarrollado en octubre y que, según reconoce la organización y responsables municipales, se ha consolidado en su quinta edición como «el gran evento cultural del otoño cordobés».

Al respecto, en la rueda de prensa de balance del certamen, el 2 de noviembre, se estimó en unos 200.000 las visitas registradas a las cinco instalaciones del concurso (récord junto a la edición del 2021), pero sin contar con esa ya ‘tradicional’ sexta instalación fuera de concurso del C3A, este año a cargo del artista Federico Guzmán, ni otras sesenta convocatorias distintas que desde todos los ámbitos sociales, ciudadanos y empresariales, y desde ámbitos como el cine, la gastronomía o la historia, se han sumado a Flora 2022, como un centenar de colaboraciones de instituciones, colectivos y empresas, el 80% de Córdoba.

Por tercera edición desde que se instituyó el premio del público se da la circunstancia de que los gustos de la mayoría de los votantes no coinciden con los del jurado oficial del certamen, que este año ha otorgado el primer premio, dotado con 25.000 euros, al estudio Kokon, de la artista María Eugenia Diego (expuso en el Palacio de Orive) mientras que el segundo, de 10.000 euros, fue para la también española Sara Uriarte, a la cabeza de Cordero Atelier, por su composición mostrada en el Patio de las Columnas del Palacio de Viana.

Respecto al certamen, este año ha contado con un presupuesto de 462.000 euros y disfrutó de dos programas paralelos, el principal de carácter gratuito con medio centenar de actividades divulgativas y formativas con conferencias, conciertos, cine, teatro etcétera, y un segundo, el ‘Programa Off’ con exposiciones y citas que iban desde la gastronomía a la meditación guiada a la performance o a iniciativas educativas desde centros educativos.